Tengo miedo,
miedo de que el tiempo
en su caminar pausado inexorable
acabe por fin de un solo golpe mortal
con lo poco que queda de mi amor
El tiempo y tu
enemigos de mi inocencia
de la crédula dulzura que cogiste entre tus manos
que alojaste en tu corazón maldito
para aplastarlas lentamente
Ahora mi sangre se cuela entre tus dedos
Aprietas mi corazón
y el dolor es cada vez más grande
pero ahora yo no temo
el tiempo y tu pronto acabaran errados
y mi duelo comenzará
entre el anhelo y el alivio
de haberte perdido.
Mi ojos han llorado
pero ya apenas lloran
Ahora observan tu manos sucias
tu alma negra que se hace nítida
y visible en ese rostro de piedra
El tiempo ha aclarado mis mirada
y he visto en tu mirada misteriosa
ambición y muerte.
Y en tu casa he visto
hombres como tu, reunidos
sentados a la mesa de la miseria del mundo
y la pobreza
repartiendo porciones de riqueza.
Que ciega
que tonta enamorada.
Pero ya he crecido
y ahora entiendo que los hombres no cambian
que quizás ni siquiera tu me has engañado
que fui yo sola la que cree mi ídolo
la que le puse cara a un sueño de niños.
Adiós amor imaginado
dejaré atrás contigo el dolor del engaño
las mañanas desoladas
Me montaré en el tiempo
y me marcharé en busca de horizontes
de una vida nueva.
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