domingo, 1 de febrero de 2009

Domingo de invierno

Mi abdomen es el centro de mi mundo
sufre, como si una cinta de hierro
lo oprimiera.
Tengo dentro de él,
todo el sentimiento,
la incertidumbre,
la soledad,
tal vez el miedo a enfrentarme
a la realidad.
No lo se,
estoy confundida,
mi cabeza flota
y mi pecho sacude el corazón.
Y mis manos tiemblan
heladas,
mientras recogen los copos de nieve
que hoy caen sobre Madrid.
Domingo de invierno,
triste,
quién pudiera sentirse bien
bajo la lluvia fría.