lunes, 28 de abril de 2008

Nada es para siempre

Nada es para siempre,
ni lo bueno ni lo malo
ni las condenas son nunca eternas
excepto las del alma.
La libertad que te crece dentro
no puede cubrir tus miembros envarados
las fuerzas centrípetas te empujan
hacia el abismo
El abismo de la vulgaridad
de la osadía cobarde del que empuña
las herramientas de la sangre.
Fijo la mirada en ese punto
que se alza
que gira como un carrusel en la distancia
y mi ojo estira sus ángulos quebrados
para abarcar la línea que le cruza
el plano que tiene todas las palabras
que ansío leer.
Que más puedo hacer
si solo el tiempo
solucionará mi angustia.
Serán solo unos días,
el purgatorio antes de la gloria
los banal antes de la euforia
de haberse salido de la rueda interminable.
Corro por la hierba, desatada,
con los brazos extendidos
y el alma en paz.
Grito y río porque soy mi dueña
aunque solo sea por un tiempo
por un efímero momento en toda la vida
he escalado los montes del olimpo
y estoy en su cima.

martes, 8 de abril de 2008

Me voy

He vaciado mis manos
y he vendido la casa de mis padres
ya no tengo nada.
Nada poseo y nada quiero
solo la soledad del que no ama.
He tirado mis anillos al agua
y he pisado las esferas de los relojes.
El tiempo no me ata
y el brillo del oropel no me atrapa
en sus destellos vanos.
No tengo riqueza, pero no soy pobre.
Porque no quiero nada.
Me basta con el cielo y la tierra
y la sombra que dan las ramas verdes
del árbol en el que apoyo mi espalda.
Me sobra todo. No necesito nada.
El día acabará muriendo y nada cambiará
mañana todo será igual
pero yo no puedo soportarlo.
Ya no.
No quiero seguir viendo morir,
no quiero seguir viendo sufrir
no quiero más llantos ni quejidos
no quiero pensar en los heridos
y en los muertos.
Prefiero alejarme lentamente
por el mismo sendero que conozco
que no se adonde lleva
pero por el que se fueron
tantas personas que amé
y me han dejado solo
tan solo
que no quiero permanecer aquí.

Cada día

El sol atrapa el polvo del salón
e ilumina el rincón donde
el hombre que me hiere se relaja
y lee,
como si no pasara nada,
como si no hubiera matado
en mi interior
el alma de mujer enamorada
que se dejo engañar por una ilusión
vana,
que murió el mismo día
en que me habló, por primera vez,
como mi dueño.
El tiempo que ha pasado
ha sido el alimento de mi odio
y sus ojos son las piedras
de mi lapidación.
Cada día me muestra su desprecio.
Mientras barro
imagino su muerte
del mil maneras distintas.
Acabaría con su vida
si tuviera valor
y si mis manos fueran fuertes
y mi miedo debil.
Me voy a la cocina,
dejando atrás el sol en la ventana,
Camino arrastrando los pies ,
una hora más, un día más,
la venganza será terrible,
la sangre brotará de sus heridas
y sanará las mías.
Beberé de su boca el último aliento
y escupiré sobre sus ojos abiertos
mi veneno, reducido
en lenta cocción durante años,
concentrado.
Mañana será el día.
Pero cada día mi fe se desvanece
y mi fuerza se hace agua escurrida
de mi cuerpo que cae sobre el suelo
que yo limpio, cada día.
Y cada día el mañana se hace más cercano,
lo se, y más veraz,
aunque yo sigo anclada siempre
en el mismo día, desde hace años.
Desde aquel día en que mi voz de niña
se acercó a su oído enamorada
y le dijo que si para toda la vida.
Pero esa vida, lo juro,
se acabará mañana.

Te quiere

Las ilusiones no se cumplen,
a veces la realidad es mucho más simple
pero no tiene que dejar de ser hermosa.
La paz y el sosiego de un amor tierno
no son peores que la pasión.
Y la vida va cambiando el horizonte
aunque apenas lo notes.
Los sueños de amores imposibles
quedaron atrás
los hombres que no debiste amar
quedaron atrás.
Y delante esta él
te espera, con las manos abiertas
llenas de sueños nuevos.
Con los ojos risueños y tímidos,
inseguros.
Eres la mujer que quiere
y no sabe si te podrá tener.