jueves, 24 de marzo de 2011

Y sin embargo

Quizá mis pensamientos
estén enlazados con los tuyos.
Quizá seamos capaces de pensar lo mismo.
Incluso a la vez.
Es posible que lo que yo quiero
y lo que tu deseas
coincida.
Y sin embargo...
Tus manos no enervan mi piel
y esos besos fríos que me rozan
no me encienden.
Caminamos por el mismo camino,
pero no vamos juntos.
Hace tiempo que no eres el hombre que amo.
Y sin embargo...
Él me llama amor.
Aunque no tengamos nada en común.
Sus ojos me hacen ver un mundo nuevo.
Sus brazos me cobijan y me abrigan
y me siento bien.
Y cuando mis manos acarician su pecho
noto su corazón acelerado
por mi.
Y sin embargo...
He vivido tanto contigo.
Te he querido tanto,
que no puedo aún decirte adiós.
Se que estoy al final de mi pasado.
Y que delante de mi me espera él.
Pero se que el amor empieza a morir
en cuanto lo aceptas.
No hay nada que hacer.
El destino está sellado desde el principio.
Por eso dudo.
Al fin y al cabo,
mis pensamientos
están enlazados con los tuyos.
Somos capaces de pensar lo mismo.
Incluso a la vez.
Y se que  lo que yo quiero
y lo que tu deseas
coincide.
Y sin embargo...

martes, 15 de marzo de 2011

Traición

No es objetivo,
ni racional.
Sentir la traición,
no es un hecho explicable.
Pero ancla en el pecho, profundo,
causando un dolor indeleble.
Si os sentís traidores
bajad los ojos avergonzados
y después marchaos.
La soledad es ahora mi hogar.
No os necesito.
No os dejaré oír mi llanto.

viernes, 11 de marzo de 2011

Deseo

Quisiera
enredar mis manos en tu pelo
y bajarte hacia mi,
hasta que tus ojos y mis ojos se miren de frente.
En tu mirada anclaré mis sueños
y acercaré mis labios a los tuyos.
Sorberé la saliva de tu boca
para apagar mi sed.
Y entre tu pecho y mi pecho,
fundidos,
nacerá el líquido de fuego,
Arderán en llamas,
tu cuerpo y mi cuerpo.
Otra vez, una vez más... más.

jueves, 10 de marzo de 2011

Que arda

Que se desate la tormenta sobre mi,
y su agua limpie hasta los últimos recovecos de mi alma.
Que sus rayos ataquen mi pecho enardecido,
la ira que me colma.
La ira que me alimenta y me calienta.
Y que ésta arda como arde el pecado en el infierno
sobre el altar que habita junto a mi corazon doliente.
Entonces tal vez todo estalle
y me purifique y me haga libre.
Necesito ser libre.
Libre, aunque eso signifique
extender la palma de mi mano y encotrar el vacío
No hay nadie.
Que arda todo, u olvidaré todo lo que tiene de bueno la vida
y me regodearé en el duelo y el tormento
en el llanto infinito del que no tiene nada
del que nada espera
del que es, en si mismo, desolación.
Porque ahora, os digo,
vientos que asoláis el amor que me queda:
nada debo, nada quiero, nada tengo.
De vosotros,
de vuestras manos tendidas que no hallo,
nada espero.

Que mi vida entera arda en una inmensa pira funeraria
y se purifique mi alma negra.