lunes, 28 de enero de 2008

Me iré navegando

Arrastro los pies hasta tu puerta
y llamo rendida a tus deseos
Soy lo que quieras
lo que quieras hago
No soy más que una parte de tu alma
la parte más amarga
porque entre tu y yo
solo hay deseo, deseo
Deseo de los cuerpos enredados
de las lenguas vivas
de los sexos quemados
Y cuando acaba todo
y dejo atrás la puerta que tu abriste
me siento tan usada,
tan esclava
de una pasión que me domina,
que me hace cera blanda entre tus manos
Ahora te deseo con fiereza
pero pronto te odiaré
porque odio en lo que me has convertido
odio la inocencia corrompida
entre los recuerdos aún tiernos de la infancia
Y te odiaré por todo lo que me has enseñado
porque siempre arrastraré conmigo
a una mujer vieja en un cuerpo casi de niña
Con la vejez del que sabe demasiado
más de lo que quisiera saber
Del que no puede olvidar el pasado
porque le duelen las entrañas
y le duele el corazón encadenado
las ilusiones muertas para siempre
Te odiaré, y en el odio
clavaré mi mástil
y con los restos de mi orgullo
tejeré una vela enorme
y me iré navegando, perdiendo poco a poco
la estela de tu cuerpo
de tus manos
de esa piel que me ha infectado entera
de pasión
Desde el otro lado del mar
otearé el horizonte
y seré feliz, sola,
porque la distancia no me permitirá
arrastrar los pies hasta tu puerta
y mendigarte más.

jueves, 24 de enero de 2008

Final

Cada vez siente más denso el aire
la respiración se hace dura
y de la boca surge un sonido siniestro,
las cocinas del infierno se han colado
por la estrecha tubería
y han alojado sus cazuelas y ollas
en el hueco que dejan las flemas
adheridas,
las paredes negras de la tráquea
clarinete en ruina.
Os quiero, sin que sirva de ejemplo
ni semilla que plante en el huerto
y germine, porque si crece
cercenaré su tallo con mis propias manos
aplastaré sus hojas sobre la tierra seca
y apretaré para que no queden huellas
de lo que pudo haber sido.
No existen esperanzas ni palabras
la voz es un simple sonido
sibilante, que aturde los oídos
de la gente, que no sabe, no comprende
que delante de ellas camina
un ser errante
que no quiere nada
que nada tiene
que nada espera
y no quiere que nadie le frote las manos
para quitarles el frío
Es un hombre solo, vivo,
porque la inercia le mantiene erguido.
Cando al caer la tarde se siente en cualquier parte,
amarrado a su compañeo fiel, el vino
la parca, que le acecha,
le acunará como a un niño
y le llevará con ella.
El final será el bendito olvido.

martes, 22 de enero de 2008

La niña

Hoy está sola la calle
los niños no juegan
El sol domina sobre las chapas
y las cuerdas
Hoy no hay voces, ni risas
y las ventanas permanecen cerradas
Hoy está sola la calle
con la soledad más absoluta
sin niños...
En los portales, en las entradas
la gente aún susurra estremecida,
guardando su propio miedo en las entrañas
tras las rejas de sus casas enlucidas
Su madre no sale
Pero de los huecos de su casa
surge de pronto su amargo quejido
no llora,
pero de su pecho brota un lamento
de otro mundo
El más amargo, su niña...
ya no jugará en la puerta
ya no reirá a la vuelta del colegio
Se la arrebataron de su calle
y la mataron
Que nadie proteja al asesino
que nadie le juzgue, que le suelten
en medio del pueblo.
Dejen a su madre y a su padre
y a sus tíos, primos y vecinos
dejen a los hombres y mujeres buenos
hacer justicia.
Que nadie más le quite a nadie
los que más se quiere,
que nadie más le arranque el alma a nadie
que dejen en paz a los niños.

El tiempo

El tiempo, pasajero sin medida
Eslabón que todo lo atempera
Pasión que todo lo termina

El tiempo, solitario río
Cuyo cauce anega el sentimiento
Que camina despacio hacia la orilla

El tiempo, pasajero indómito
Compañero de vida y enemigo
Fugaz encubridor de faltas y desdenes
Constante amigo en fuga

El tiempo, que transcurre,
ora rápido, ora lento
Mientras las miradas buscan
Los años que han perdido

Nunca pasarán por el camino
De nuevo los tiempos que se fueron
Nunca volverán los sueños de la juventud
Ni el tiempo en que no existía el miedo

Las ilusiones se marchitaron pronto
El tiempo pisoteó sus raíces tiernas
Y el fuego consumió la piel suave
Y la convirtió en piedra

El corazón, el mismo alma
Dejaron de apretarse en el calor asfixiante
Del infierno
En el tiempo en que el final se aproxima
El llanto de todos no apaga las llamas
Del averno.

miércoles, 16 de enero de 2008

El muro

El muro está enfrente de mi
y es tan alto...
No creo que pueda franquearlo.
Se que no podré.
El muro se alza delante de mi
enorme,
se eleva hacia un cielo gris en guerra.
Mi cuerpo es pesado,
mis ojos...
no pueden abarcar el muro entero.
Las irregulares piedras que se aprietan
no dejarán resquicio a mis dedos
Y aunque trate de escalar
se que caeré una y mil veces.
Pero el tiempo no se hace eterno,
cada día intentaré la escalada
porque ese muro ancho y largo
me separa de lo que más deseo.

domingo, 13 de enero de 2008

Agua salada

Han matado la luz de tus ojos
la luz inteligente.
Han arrugado las orillas de tu velo
y lo han cubierto de sangre
Tendida sobre el suelo
exagüe
tu belleza se iba por el cauce
que formaban las lágrimas amargas
de tu gente.
Se llevaron tu cuerpo
y quedó tu velo tendido sobre el suelo.
No bastará para cubrir a tus huérfanos
ni educar a los niños que lloran descalzos en la calle.
Tu tierra extendida solo se regará
con agua salada.

jueves, 3 de enero de 2008

Año nuevo

Un año nuevo
el calendario ha plegado otra página
La vida parece renovarse
Pero la mía sigue
es una línea continua, larga, pero fina
es una línea solitaria
El plano es amplio, blanco
y yo camino a pasos lentos
cansada
Arrastro los pies hasta una puerta
pero la abro y detrás no hay nada
El corazón me duele
Y la soledad me aplasta

Si vuelves

Ha caído la noche
pero tu me faltas.
Hoy no volverás a casa
ni mañana.
Tal vez nunca vuelvas.
No se que ha motivado
esa marcha inesperada
aunque temida.
No se que hacer.
No se hoy estar sin ti
Tal vez mañana pueda
Pero si vuelves
no me digas nada
no quiero explicaciones
y no tendrás reproches
Te abriré mis brazos
y olvidaré los malos momentos
pegada a tu piel.
La vida no merece desgastar el tiempo
en rencores.
Daré gracias porque has vuelto
susurraré en tu oído palabras de amor
y sellaré en nuestra cama
el nuevo amanecer.