viernes, 26 de junio de 2009

Papel

Bajo mi mano se extiende
la superficie lisa de la mesa
El tintero, la pluma
y el papel que me agobia
No puedo escribir nada
más que dolor y desesperación
nada que no sea vacío
no tengo fuerzas para formar palabras
para pensar sino en ti
para llorar siquiera.
No has dejado al lado de la cama
el vaso de agua
Nigún libro duerme en tu mesilla
La lámpara permanece apagada
Y el sol hace rato que murió.
Solo algunos rayos de la luna
parecen tililar nerviosos en la estancia
donde duermen las cosas
que hemos compartido.
El papel permanece en blanco
hay tanto que decir
y tan poco sentido encuentro
en decirte lo que siento
si a ti no te importa
y a mi solo me duele
El papel está en blanco
porque no espera que tus manos,
amadas,
lo acerquen a tus ojos
y que tus lágrimas reconozcan mis palabras,
amado,
en las manchas grises sobre el blanco
del corazón puro
del amor inmenso
del perdon, pero no el olvido, ni el odio
ni siquiera el rencor de esos otros brazos
que te aprietan
que ocupan tus sentidos.
Nunca leeras lo que no he escrito
y reirás con ella
mientras mi piel se arruga
y mis ojos se secan.
Ha pasado el verano.
Mi mano ya no tiene el pulso firme
y el polvo ha cubierto de gris
el papel blanco.
Solo queda limpio el trozo
sobre el que apoyo mi mano.
Y mi mano está cubierta de polvo.
Ha pasado el tiempo
y nada ha cambiado
porque tu no has vuelto.
La ventana por la que miro el mundo
está sucia de la lluvia y el viento
La luz que penetra es gris,
porque los rayos del sol no se filtran
entre los regueros de polvo seco.
Pronto llegará otro invierno.

jueves, 25 de junio de 2009

Labios

Sobre la fuente clara de sus ojos
la frente arrugada
fruncida por los pensamientos
que escriben esculpiendo su piel.
Bajo la nariz de bronce
unos labios rojos, femeninos
en un rostro de hombre.
Esos labios, esa boca
que me habla de pasión
sin pronunciar palabras vanas.
Acercate a mi cuerpo despacio
con el ansia contenida de siempre
Tu labios no pronunciarán palabra
pero fruncirán sus comisuras
en esa sonrisa que me enerva
y me ata a ti.
Y cuando por fin,
después de la espera.
tu labios se posen en mi boca
respiraré tu aire
y tus ojos serán todo mi horizonte.
No quiero más.