La tempestad...
La tempestad no tuvo la culpa
Los campos arrasados
Las casas barridas por el viento
y anegadas de barro
Los cuerpos...
La tempestad solo fue el fruto
de la codicia, de la indiferencia
de hombre por el hombre.
La lluvia sigue arrastrando
la miseria
hundiendo en el olvido
las vidas perdidas
aún antes de enterrarlas
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