Por donde corrían las aguas del deshielo
corre hoy la sangre de la tierra
la sequedad eterna del tiempo
que ha matado la hierba
Ya no llueve nunca
y si llueve, el horizonte se anega
los ríos han encontrado el camino cortado
las ciudades se ensanchan y se alargan.
Las entrañas de mi mundo hieden
el hombre ha arrojado su miseria
sobre los huecos abiertos de la tierra
y ha sembrado la muerte en las raíces
de los árboles que en vez de crecer
mueren, retorcidos bajo el manto gris
del polvo urbano
Y el sol que no calienta, sino quema
testigo del horror, del desencanto
de este mundo que fue el paraíso
y pronto será un páramo
Llegará el tiempo de pagar los errores
y entonces, ya no habrá primaveras.
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