La tristeza se cierne como la niebla
sobre mi cuerpo, sobre mi alma
Y los atrapa.
Los ata con la cuerda de la nostalgia,
de los recuerdos perdidos.
Si pudiera recordarlo todo
si pudiera extender la memoria
a cada instante.
El tiempo arrastra consigo
las hojas del otoño
Ya es invierno
Ahora siento frío
y mi corazón no se entibia
con los retazos del ayer hundido
en las simas de la muerte.
Tus ojos han perdido su color intenso
en mi memoria
Tus manos están frías
esas manos que tanto besé cuando te ibas.
Me dejaste aquí tan indefensa
y tan deprisa
Nos dejaste a todos tan solos.
Papá, donde estés, sabes
lo mucho que te anhelo.
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