sábado, 19 de diciembre de 2009

Navidad 2009

Otra vez la manida fiesta,
las estrellas tililantes al ras de las aceras,
las luces que iluminan apenas la miseria
de los empadronados en los soportales,
en las cajas de cartón, en los pasillos del metro.
El ruido ensordecedor de la alegría
que se nutre de compras y sueños imposibles
la inalcanzable felicidad de la riqueza
del derroche y del falso oro
que cubre, entre la oscuridad
y la locura
todo lo que la vista alcanza.
Fiesta, fiesta por decreto.
La celebración del dios consumo.
El tiempo de la soledad
mas despiadada, de la sed y el hambre
del que no tiene o tiene,
pero no puede compartirlo con nadie.

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