Estoy cansada de caminar
Entre los rosales florecidos
Mi tristeza se hace amplia
Cubre de pétalos marchitos
El halo que me envuelve
Y mis manos tiemblan
Al cerrarse vacías
Estoy cansada, el camino es largo
Y monótono
Porque los bordes rosados
No llegan a mis ojos
No veo lo colores intensos de las rosas
Ni el verde de sus hojas
Sin embargo noto en la piel
Sus espinas crueles
Y la sangre que no brota
Se hace mancha azulada sobre los brazos
Sobre el abdomen
Estoy cansada de andar
Y no llegar nunca
Pronto las rosas dejarán caer
Sus vestiduras de fiesta
Inclinarán sus capullos orgullosos
Y acabaran siendo abono
Para las nuevas
Así mi cabeza se inclina hacia el suelo
Pero yo no seré abono
Seré solo recuerdo en primavera
Cuando el viento suave te lleve
El olor de mi cuerpo
El tacto intangible de mis dedos
El adiós de mi mirada rendida
Estoy cansada de caminar sola
La soledad me cansa el alma
Y obtura las entradas a mi cuerpo
Ni el aire, ni la luz, ni los sonidos
Ni el tiempo, ni el amor, ni los recuerdos
Nada me acompaña
Solo la soledad más absoluta
del que no tiene ni espera nada
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